
Imagen: Education First
¿Cómo van? ¿Cómo vamos?
Estamos por terminar el primer semestre del año y siempre es un buen momento para hacer una autoevaluación de cómo vamos en el año: ¿qué hemos hecho de lo que dijimos o queríamos hacer?, ¿qué no hemos hecho y por qué?
Ya pasaron las elecciones en México y Perú, y lo comento porque es un hecho que éstas siempre influyen en el ánimo de la gente, tienen un efecto en las decisiones que una organización u otra tomarán, en un sentido u otro.
A mí me sorprendió que el mismo lunes ya tenía un par de llamadas de clientes diciendo que sí se harían un par de proyectos que había cotizado desde hace meses y que quieren que los empiece desde ya, lo cual es una gran noticia.
Ya en otro artículo y con los datos oficiales de Instituto Federal Electoral de México me lanzaré a hacer un artículo detallado sobre lo que la jornada electoral nos dejó.
En el caso peruano, gane quien gane –aunque todo indica que será Pedro Castillo–, es impresionante lo dividido que esta el país, con el 100% de los votos contabilizados sabemos que la diferencia entre un candidato y la otra candidata es de menos de 60,000 votos en un mundo de 18 millones 800 mil votos, es decir, una diferencia del 0.00319%.

Imagen: Artiz Urresti.
Me temo que las cosas en Perú no van a estar bien, o debería decir que no van a seguir bien por otros años. La inestabilidad política le ha hecho mucho daño a este país que tiene un inmenso potencial y que iba muy bien hasta hace unos pocos años.
Entonces ¿cómo van?, ¿establecieron sus objetivos con claridad a finales del 2020 o principios del 2021? Les recuerdo que con la metodología “hazlosencillo” no hay pierde en cómo definir un objetivo: un verbo con sentido de logro, una fecha, un número. Para simplificar les pongo mi ejemplo: “Que 1000 personas tomen el taller de ‘accountability hazlosencillo’ en el 2021”. Destaco en negrillas los tres conceptos: 1000 personas es el número, 2021 es la fecha, y “tomen” es el verbo con sentido de logro.
Esto obviamente aplica igual para lo personal que para lo profesional o institucional. A nivel personal podemos haber establecido como meta “bajar 8 kilos al 30 de mayo”, “dejar de fumar al 15 de abril”, etc., y en el caso institucional, “vender 5/50/500 millones al 31 de marzo”, “ahorrar 2 mdd al 31 de diciembre de 2021”.
Yo sé que hay una inmensa tentación en cambiar la o las metas cuando nuestro plan no ha funcionado, pero en la metodología “hazlosencillo” siempre decimos se puede, se debe cambiar el plan, pero no la meta.
Yo voy fatal en mi objetivo, mi apuesta principal para lograr mi meta profesional este año fue dedicar tiempo, esfuerzo y dinero en comercializar mis talleres a través de la plataforma hotmart y ha sido un desastre y una gran decepción. ¿Cambiaré mi meta? Para nada cambiaré, de hecho, ya empecé con mis nuevas estrategias de comercialización y venta de mis talleres. ¿Mató hotmart? No, no lo puedo hacer, porque ya hice una importante inversión ahí, pero obviamente ya no le dedicaré mucho tiempo y nada de recursos económicos. Mis nuevas inversiones y dedicación tendrán que ir a las nuevas líneas de negocio que me planteé y de la primera, que es la búsqueda directa de clientes, ya está funcionando, en las últimas tres semanas he dado dos talleres a dos clientes totalmente diferentes y nuevos… ya les iré contando.

Imagen: Gestión.
¿Por qué platico mi historia? Porque estoy seguro de que es la mejor manera de explicar un tema, con una historia real e invitarlos a contar sus historias con sus equipos, en el caso de las empresas/organizaciones. Hay que decirle a nuestra gente ¡vamos bien o vamos mal! Pero hay que ser muy transparente y decírselos, sin rodeos, sin darle vuelta a las cosas y lo más seguido posible. El concepto de los tableros “Andon” japoneses funcionan muy bien.
“Andon” en japonés quiere decir “linterna” o “señal” y por eso funcionan tan bien los tableros. A las empresas les encanta tener por todos lados publicada su visión, su misión, ahora su propósito, sus valores, alguna frase de su fundador, fotos de sus plantas, o de los productos, pero yo he visto muy poco que tengan televisiones u otras formas de anunciar, de comunicar cómo van en relación a sus resultados y creo que es muy útil y conveniente hacerlo.
Recuerdo que hace algunos años implementamos un sistema así de comunicación semanal en el sistema de circuito cerrado de televisión de una empresa que producía alimentos en Costa Rica y el resultado fue impresionante.
Todos los colaboradores de esa empresa esperaban los viernes a las 5:45 de la tarde, que era cuando se comunicaban los resultados, para saber cómo iban y se señalaba con un semáforo: “verde” si iban en presupuesto y hasta cinco por ciento abajo del mismo; “ámbar” si iban entre 5 y 10 por ciento debajo de presupuesto y “rojo” si están más abajo del 10% de lo proyectado.
¿Van bien o muy bien con relación a su meta? Ah, aquí si se vale cambiarla… para arriba y con ello los incentivos, los bonos a los colaboradores. No se vale subir las metas y no hacer lo propio con los reconocimientos. No ser un gandalla o algo peor.
¿Pero qué pasa si vamos abajo o muy debajo de nuestra meta u objetivo, como es mi caso? Sé que más de uno de ustedes me podrá decir, no es nada o tan fácil recuperar el mercado o el tiempo que hemos perdido en relación con la meta esperada… y yo les digo, estoy de acuerdo que no es posible recuperar el tiempo, aunque sí es posible hacer muchas cosas, tomar muchas acciones para cambiar la tendencia.

Imagen: Revista Adventista.
La meta está ahí y la podemos alcanzar haciendo mucho más esfuerzo, seguramente, del que tendríamos que haber hecho, si las cosas fueron yendo bien… y no les voy a decir ¡échenle ganas! ¡ánimo! o alguna otra frasecita de éstas de libros de autoayuda o de coaches que escriben tonterías en Instagram o Facebook, el tema, estoy consciente, que es mucho más complejo.
¿Qué me ha funcionado a mí?, ¿qué le recomiendo a mis clientes? Sentarse a revisar, obviamente, y primero lo que han hecho bien –y sí pueden hacer más de eso–; dos, revisar qué hemos hecho mal o qué no ha funcionado como esperábamos y por qué; ¿qué no hemos hecho?, ¿qué podríamos hacer?; pedirle a la mayor cantidad de colaboradores posibles que nos diga qué piensan que podríamos hacer para lograr la meta; evaluar y considerar qué recursos tenemos disponibles; ¿quién nos puede ayudar?; ¿podemos hacer alianzas? Y así preguntar y preguntar… y ahora sí, definir prioridades rápidamente y a darle.
En la metodología “hazlosencillo” decimos que planear es muy importante, pero ejecutar es lo que define nuestros resultados. Todos y cada uno de nosotros seremos evaluados no por nuestro proceso de planeación, sino por lo que hicimos.
Los invito a hacer el ejercicio o ejercicios de evaluación de su proceso de planeación, de revisar la meta si van bien o muy bien y a darle con todo a su ejecución… les reitero que son ustedes accountables de lograr sus metas y nadie más. Les deseo mucho éxito.
Por: OCTAVIO AGUILAR |
![]() |