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¿Cambiaron los usos y costumbres de forma definitiva?

por | 23 Abr 2021

Así como la pandemia ha traído muchas malas noticias, también, desde mi punto de vista, ha traído muchos beneficios para la humanidad, para el mundo del trabajo, e inclusive para nuestras vidas en lo individual.

Es obvio que lo primero que tenemos que destacar de la pandemia provocada por la COVID-19 son los millones de muertos en el mundo, más de tres millones de personas han perdido la vida como consecuencia de esta gran epidemia, más de 145 millones de personas se han infectado y podría seguir con las estadísticas (que sea dicho de paso, me gustan mucho y me parecen muy interesantes y relevantes). Por eso, no dejan de sorprenderme los negacionistas o quienes hablan de complots globales o hasta de que es un tema relacionado con seres extraterrestres.

Yo he perdido a varios amigos cercanos, he visto y sentido el dolor de sus familiares cercanos, y la verdad es que el tema me apena mucho, así que ofrezco mis condolencias a todas y cada una de las familias que han perdido a alguien en este ya más de un año de pandemia.

Pero como se dice por ahí, “no hay mal que por bien no venga” y quiero ahora hablar de lo que la pandemia nos ha traído en términos positivos.

Lo primero y directamente relacionado con ella fue y ha sido el impresionante trabajo de colaboración que se dio a nivel mundial entre científicos, laboratorios, y universidades, tanto públicas como privadas del mundo entero para acelerar el proceso de encontrar la o las vacunas, y obviamente los apoyos económicos que dieron fundaciones y gobiernos de muchos países del mundo para lograr acelerar este proceso. Hoy, afortunadamente, hay casi una media docena de vacunas disponibles en el mercado, cosa que hubiera sido imposible en otras condiciones, tal y como pasó con la vacuna para combatir la influenza virus A subtipo H1N1, que nunca se terminó de desarrollar.

Además de la vacuna, que por cierto, saltó a la luz pública toda una nueva forma de hacer vacunas (ARNm mensajero), generando diversas discusiones entre mucha gente que no tiene idea de nada y les encanta hablar, por otro lado se encuentra la gente que sí sabe y entiende, y que ha apoyado mucho este desarrollo, a saber, los científicos, los médicos, los investigadores y personas serias del sector salud a nivel mundial. Yo obviamente apoyo a los segundos y me parecen patéticos los primeros. Este desarrollo traerá muchos beneficios a la humanidad en el corto plazo y permitirá que se desarrollen más rápido otras vacunas, medicamentos y tratamientos.

O. Tsay.

Imagen: Freepik

Lo que los médicos, científicos e investigadores han aprendido en la pandemia, como producto de los millones de personas contagiadas, atendidas en hospitales o desde sus casas y los casos de personas que son asintomáticos, ha servido y servirá para tener nuevos conocimientos en el mundo de la salud, que son y serán muy valiosos en el mediano y en el largo plazos para atender muchos padecimientos.

Saliéndome del tema de la salud y haciendo un giro radical, diría que, para el mundo del trabajo, donde se trabaje, la pandemia trajo grandes cambios, muchos de ellos que estoy seguro llegaron para quedarse y algunos otros que nos enseñaron que “el centro de trabajo” como “centro de la vida de las organizaciones” es hoy un mito.

Conozco de primera mano y he oído de múltiples casos de muchas organizaciones que, gracias a la modalidad del teletrabajo o el Home Office, hoy son más productivas, más efectivas; mejores que lo que eran antes de la cuarentena.

¿Qué llego para quedarse? Que mucha gente no tendrá o no volverá a un centro de trabajo, no volverá nunca más a una oficina. Muchas empresas y organizaciones, en general, se han dado cuenta que hay posiciones o puestos de trabajo que no requieren de un espacio físico en una oficina: vendedores, auditores, promotores, contadores, auxiliares contables, abogados, y esta lista sigue y sigue. De verdad que estamos hablando de millones de posiciones a nivel mundial y esto obviamente tiene una repercusión para el sector inmobiliario, al que le dedicaré algunas líneas.

La anacrónica idea de que tal o cual empresa, o de que tal o cual puesto no se podía hacer desde casa, quedó como un paradigma que la realidad destruyó.

También aprendimos que habrá puestos que tendrán un trabajo híbrido de forma permanente, es decir, que unos días trabajarán desde su casa y una o dos veces a la semana, a la quincena o al mes, sí se tendrán que presentar a trabajar físicamente a una oficina.

Y también comprendimos que hay cargos que simplemente no cambiarán en términos de su presencia física, aunque sí cambió, en muchos casos, cómo hacen o harán su trabajo.

Panfilia Iannarone.

Imagen: Yann Bastard

Muchas empresas y organizaciones se tecnificaron a una velocidad impresionante; planes a varios años fueron, cuando se pudo, instalarse en meses y esto significó simplificación de procesos, reducción de personal, de papeles; se agilizaron para bien y para siempre muchas cosas. Y esto significa que ya no hay regreso, sino al contrario, todo mundo ya vio que muchas cosas que se habían dicho que no se podían hacer de forma electrónica o digital, sí se pudieron hacer y eso abrió la puerta a pensar que todavía hay muchas más cosas, muchos procesos, que se podrán simplificar y agilizar.

A nivel personal, todos aprendimos que podíamos vivir con mucho menos de todo: menos ropa, menos lujos, con muchos menos salidas a restaurantes, al cine, al teatro, a donde quieran y que, en general, esto nos permitió conocernos mejor, saber más de nosotros, comprender de qué somos capaces, mejorar o empeorar la relación con nuestros seres queridos. La cuarentena nos trajo muchos aprendizajes en términos de resiliencia personal y familiar. Habrá gente que creció y habrá gente que simplemente no pudo, y que hoy desafortunadamente tiene alguna enfermedad psicológica y hasta psiquiátrica o física.

Hubo gente que por primera vez hizo ejercicio y volvió al mismo, gente que descubrió el yoga, la meditación, a estar con él o ella misma.

El mundo de los viajes cambió de forma radical. El mundo de las convenciones y eventos corporativos masivos sufrirá cambios radicales para siempre. Yo no creo que este sector será el mismo nunca más. Estoy seguro de que se recuperará, pero estará lejos de ser lo que fue. Y en general, el mundo del turismo tardará muchos años en recuperarse, habrá muchas oportunidades para el turismo local o regional.

Brincando de tema al asunto inmobiliario, creo que es uno de los sectores más afectados de forma permanente y tendrá que reinventarse, el número de metros cuadrados disponibles a nivel mundial de oficinas y de espacios comerciales es imposible que sea utilizado en una decena de años. Muchos de estos edificios y espacios tendrán que cambiar a vivienda, donde hay mucha necesidad.

Como ven, la pandemia obviamente ha traído muchas cosas muy malas, pero también nos abrió los ojos para que sepamos que podemos cambiar, que podemos ser mejores, que podemos hacer cosas diferentes, y que con ello, nos irá mejor y seremos mejores.

Por:
OCTAVIO AGUILAR
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