- Siguen existiendo empresas que mantienen la toma de decisiones y planeación como un proceso que se hace una vez al año, pero eso ya está cambiando.
- El objetivo debe ser tener un sistema de toma de decisiones continuo sobre inversiones, o iniciativas estratégicas.
1.- Reducen la capacidad para responder a tendencias
Hoy se necesitan acelerar los procesos, de no hacerlo las brechas se harán cada vez mayores.
2.- Se cierran los mercados
Un proceso de planificación flexible permite a los ejecutivos ser más sensibles y receptivos a los cambios en el negocio.
3.- Aumentan las amenazas competitivas
No poder cambiar los planes hechos a largo plazo frena la innovación, por lo que la competencia tendrá mayores oportunidades.
4.- Pérdidas económicas
El cambio en la estrategia es frenar iniciativas que no funcionan y ahorrar recursos.
Fuente: IMD
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